SI NO HUBIERA (UN DOMINGO DE OCTUBRE DE 2003)
Si no hubiera venido a España seguramente a esta hora, las 21 y 30 hs estaría cenando en un restaurante chino vegetariano degustando las ricas milanesas de soja o las empanaditas primavera, o el budín dulce de zapallo y zanahoria como lo hacia todos los domingos, que es uno de los días mas apacibles y tranquilos de toda la semana.
Si no hubiera venido a España estaría disfrutando de la compañía de mis entrañables y viejos amigos, compartiendo un cafe, una comida, o tan solo hablando de mil cosas que despertaban nuestro interés, riéndonos al recordar algún episodio un poco cómico, mirándonos unos a otros envueltos en esa ternura que solo se encuentra en la sencilla y sincera amistad.
O podría estar dirigiendo el Coro de personas mayores con toda su juvenil energía puesta en alcanzar el grado máximo de perfección en la emisión de una melodía cantada.
Nadie puede imaginar mi orgullo y alegría al contemplar sus rostros satisfechos y sonrientes cuando lograban su cometido.
O tal vez estuviera ensayando mi próximo recital en el Salón Dorado, o en Teatro San Martín dialogando con mis pares o cantando un dúo de zarzuelas u operetas o acompañandome con la guitarra.
O quizás estuviera tratando a través de la música, levantar el animo de aquellos enfermos y no tanto, pero recluidos ambos en algún geriatrico. Si me regalaban un beso o una sonrisa, mi corazón rebosaba de alegría ; había cumplido mi cometido.
O también podía estar dando de comer a "Manuelita", mi dulce tortuga de 25 años a quien mimaba preparandole una ensalada compuesta de melocotón, lechuga, pepino, calabaza y zanahoria, todo cortado muy chiquito y cuidadosamente.
De vez en cuando dejaba de comer y me miraba con esos ojos redondos y muy negros , como diciendo ¡que rico¡¡¡
Si no hubiera venido a España hubiera seguido haciendo tantas cosas, cocinando, durmiendo, soñando, caminando, pensando, trabajando, y extrañando a mis dos hijos que viven en España.
Si no hubiera venido a España no habria podido abrazarlos dia a dia, mirar sus ojos, verlos comer, reirse, amar, trabajar y poder apretarlos contra mi pecho.
Si no hubiera venido a España, seguiria con el mundo que construi a traves de 67 años, ahora tendre que empezar de nuevo.... pero el motivo bien vale la pena....
Si no hubiera venido a España me hubiera privado de conocer esta hospitalaria y hermosa tierra
Autor: EDITH SCANDRO
O podría estar dirigiendo el Coro de personas mayores con toda su juvenil energía puesta en alcanzar el grado máximo de perfección en la emisión de una melodía cantada.
Nadie puede imaginar mi orgullo y alegría al contemplar sus rostros satisfechos y sonrientes cuando lograban su cometido.
O tal vez estuviera ensayando mi próximo recital en el Salón Dorado, o en Teatro San Martín dialogando con mis pares o cantando un dúo de zarzuelas u operetas o acompañandome con la guitarra.
O quizás estuviera tratando a través de la música, levantar el animo de aquellos enfermos y no tanto, pero recluidos ambos en algún geriatrico. Si me regalaban un beso o una sonrisa, mi corazón rebosaba de alegría ; había cumplido mi cometido.
O también podía estar dando de comer a "Manuelita", mi dulce tortuga de 25 años a quien mimaba preparandole una ensalada compuesta de melocotón, lechuga, pepino, calabaza y zanahoria, todo cortado muy chiquito y cuidadosamente.
De vez en cuando dejaba de comer y me miraba con esos ojos redondos y muy negros , como diciendo ¡que rico¡¡¡
Si no hubiera venido a España hubiera seguido haciendo tantas cosas, cocinando, durmiendo, soñando, caminando, pensando, trabajando, y extrañando a mis dos hijos que viven en España.
Si no hubiera venido a España no habria podido abrazarlos dia a dia, mirar sus ojos, verlos comer, reirse, amar, trabajar y poder apretarlos contra mi pecho.
Si no hubiera venido a España, seguiria con el mundo que construi a traves de 67 años, ahora tendre que empezar de nuevo.... pero el motivo bien vale la pena....
Si no hubiera venido a España me hubiera privado de conocer esta hospitalaria y hermosa tierra
Autor: EDITH SCANDRO
